jueves, 10 de diciembre de 2020

Encadenada




Unas manos suaves
acarician mi rostro,
mientras me besa el cuello
hago un sutil gemido.

Va bajando sus labios,
mientras me mira cautivo.
Mi cuerpo está fogoso
deseando encadenarme
en su cuerpo prisionero.

Sus labios siguen bajando
hasta que llega a mi punto felino.

Mi corazón acelerado
disfrutando de cada minucioso,
con un sutil suspiro de placer y gozo.

Nuestras miradas pierden el rumbo,
cuando su cuerpo se une con el mio.

Dos cuerpos se convierten en uno,
para un último gemido,
ese último suspiro.



1 comentario:

  1. A este relato tendrías que ponerle dos rombos en la parte superior, jajaja. Esto es para adultos :)

    ResponderEliminar

ENTRADA DESTACADA

La Poesía

Entradas populares