A mi niño

¡Hola!, ¿hay aguien ahí?,
¡Ey! Hola, ven aquí, no tengas miedo.
ven chiquitin, no te escondas
no voy a hacerte daño.
¡Ven, vamos, dame la mano!.
Hola guapo, no tengas miedo.
Mírame a los ojos, ¿Me reconoces?
Soy tú, dentro de muchos años.
No tienes porque temer.
Ven, salgamos de este riconcito oscuro y déjame verte.
¡Que niño más guapo e inocente eres!
Perdona por haber tardado tantos años en
encontrarte, pero mírame, ya estoy aquí.
Al final me han hecho ver y entender que tú eres
lo más importante para mí.
No llores, ya estoy a tu lado.
No temas, no sufras a tu desarrollo,
los dos estamos juntos en esto y
no te dejaré solo.
Miramé todo saldrá bien, hay
muchos baches en este crecimiento,
pero los dos somos muy fuertes
y saldremos adelante.
¿Sabes?, hay mucha gente que nos quiere, nos apoya
y lo más importante, que ahora que te he encontrado
no te soltaré y te seré fiel en todo momento.
Si quieres jugar, jugaremos,
si quieres llorar, lloraremos,
si quieres ser feliz, tranquilo, estamos en el
camino correcto y lo lograremos.
Déjame darte un abrazo fuerte
y un beso de agradecimiento,
déjame secarte esas lágrimas y
verás como nada ni nadie nos dará miedo.
A partir de ahora, en este momento
lo pasado, pasado está, no miraremos atrás y,
si lo hacemos es para soltar y dejar lo pesado
donde tiene que estar, en el pasado.
Y el futuro ahora mismo ¡qué más dá!
Solo sé que todo lo que pretendo hacer
es por nuestro bienestar.
Vivamos el ahora, en este instante,
que los dos ya estamos juntos y solo
me importa ver dibujado en tu carita
una brillante sonrisa.
¡Y que le den al mundo!
solo me importas tú y solo tú.
Te quiero, te amo, mi Pequeño Gran Niño Interior.


Ana Isabel Gil Picazo