lunes, 25 de febrero de 2019

Escucha a la Emoción


                                                                                           



 Una pena oculta habla a traves de una mirada vacia, sin brillo que pueda resplandecer el día.

Una garganta que no puede tragar todo lo que piensa, estando harta de tener llagas en la boca en forma de fiebre de tanto morderse la lengua.
Una taquicárdia donde la respiración era agitada y a la vez ahogada por el ánsia de que pasará mañana, será peor o mejor que hoy.
Un dolor de estómago que le gusta remover las sobras de un recuerdo inadecuado con miedos e inseguridades provocando un dolor de cabeza insistente acompañados de mareos con varias visiones borrosas, ojos pesados, donde derraman lágrimas ensangrentadas a traves de un dolor innecesario.
Un cuerpo que no sostiene su peso, con dolor de brazos que no es capaz de dar un abrazo,y no puede dar un paso sin tener un apoyo, con una piel blanquecina y débil.
Un cuerpo en general enfermizo, oscuro, sin oxigeno, muerto.

Un día cualquiera, la mente reaccionó y habló con su cabeza entrando en razón.
La pena habla en soledad y silencio preguntandole al miedo, ¿a que temes en realidad?, que a los ojos no permites ver, al estómago digerir, al paladar degustar, al corazón latir, a la cabeza pensar, y al cuerpo hacer su recorrido.

La mirada a traves de un espejo le habló al iris: eres color y tienes forma que nada y nadie te oscurezca, la vida te dió color, sólo tienes que brillar y ver lo emocionante que es vivir.
La boca habló a la garganta: No creas que no merezco decir tus expresiones, el pensamiento te dá permiso para decirlas, no te lo voy a impedir más.
La taquicardia hablo con la respiración: No mereces estar agitada por algo que aún no ha pasado, no te agitaré por un porvenir que no sé si llegará.
El estómago habló con la mente: No soy quien para hacerte idealizar cosas pasadas, angustiosos momentos o recuerdos olvidados.
El cuerpo habló a la piel: Eres una capa puesta en un alma y volverás a tener fuerza, para andar, dar abrazos y tendrás color bajo los rayos del sol.
La soledad al cabo del tiempo le dió soluciones, cuando las emociones quisieron escuchar a la vida.

La pena es la ausencia de tí. 
La mirada es el rechazo del enfoque que le das a la existencia.
La garganta es no decir lo que en realidad piensas.
Las llagas es una enfermedad de la boca, que explota en forma de bomba.
La fiebre es un sintoma de resignación al olvido.
La taquicardia es saber un futuro sin vivir un presente.
El estómago es una lavadora de sentimientos acumulados.
El cuerpo enferma si no le das salida a las emociones o pensamientos en su momento.


LA VIDA HAY QUE VIVIRLA, PERO TU DECIDES COMO. 
 
  

 

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